ZOE vs ioniq

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No suelo escribir sobre cosas que he comprado (seguramente ayuda que intente comprar cada vez menos cosas, aunque no sea especialmente minimalista), pero creo que en este caso puede ser interesante explicar las ventajas e inconvenientes de estos dos coches eléctricos (o, como dice acertadamente uno de los 322 usuarios actuales del grupo de Telegram, coches “normales”, ya que los que contaminan tanto el aire como acústicamente no deberían ser considerados como tales)

El Renault ZOE fue mi primer eléctrico, y aún siendo un coche pequeño y supuestamente pensado para desplazamientos urbanos, estuve una buena temporada recorriendo más de 1.000 km semanales con él a un coste absolutamente ridículo, tanto de “combustible” como teniendo en cuenta las revisiones, seguro, IVTM e incluso autopista C32 gratuita (esto último ya no existe; el descuento actual es del 75% para eléctricos)

A pesar de no disfrutar de un gran equipamiento (esto cambia bastante con la versión de 2020) el ZOE de 2017 tiene algunas ventajas importantes, por ejemplo:

• Carga en AC hasta 22 kW (y hasta 43 kW en los modelos Q). Hay muchos puntos de carga de 22 kW y se puede viajar perfectamente con este coche, si la pretensión no es hacerlo en el mismo tiempo necesario para un vehículo de combustión.
• Conectividad: gracias a la conexión a Internet, es posible saber en cualquier momento cuáles son los niveles de carga y autonomía mediante una aplicación, recibir notificaciones al inicio y finalización del proceso de carga y también arrancar el climatizador a distancia, para encontrar el coche a la temperatura ideal al llegar.
• Programación: se pueden programar tanto el inicio como la parada de la carga (ideal para cargar en casa en horario valle) como la climatización: sabiendo la hora de salida y programando previamente la climatización no solamente se gana en comodidad, sino también en autonomía. Aunque el ZOE tiene calefacción mediante bomba de calor y es muy eficiente en este aspecto, los coches eléctricos no tiran alrededor del 40% de la energía en forma de calor como los de combustión, y por lo tanto la energía necesaria para la calefacción se obtiene de la batería de tracción.
• Apertura y cierre de puertas sin llave. Es un detalle que no tiene una gran importancia, pero que aporta comodidad: cuando el coche detecta la llave, se puede abrir sin sacarla del bolsillo, y no hace falta hacer absolutamente nada al salir; cuando la llave se aleja del coche, este se cierra automáticamente.

Pero no todo es de color rosa. El ZOE también tiene inconvenientes:

• Asientos sin regulación en altura. La batería está situada debajo de los asientos y una de las consecuencias es que no queda espacio para que se puedan regular en altura.
• En relación al punta anterior, el hecho de que la batería esté debajo de los ocupantes implica que aún siendo un coche pequeño, tenga una altura considerable; esto provoca que acabe teniendo un CX no muy bueno y que penaliza el consumo del coche a velocidades de autovía y autopista. A 120 km/h se llega fácilmente a consumos de 18 kWh/100 km (o más) y evidentemente esto tiene un impacto directo en la autonomía.
• Problemas de carga: al parecer, el mismo diseño del cargador interno que permite cargar en AC hasta 22 kW (o 43) hace que el ZOE requiera unas condiciones casi perfectas en los puntos de carga: simplemente no inicia la carga en puntos que no tengan una conexión a tierra lo bastante buena o que superen determinado nivel de armónicos, cuando otros eléctricos normalmente pueden cargar sin problemas en estos puntos.
• Problemas en la activación de la carga programada. Si miráis cualquier foro o grupo de usuarios, veréis que esta es una de las principales quejas. El coche simplemente no inicia la carga en aproximadamente el 20% de los casos en los que debería hacerlo según la programación.

¿Y qué puedo decir del Hyundai ioniq? Pues ante todo, que es un coche muy eficiente; de hecho es uno de los pocos -si no el único- que se puede comparar, en lo que a consumos se refiere, al Tesla Model 3. En un momento en el que parece que todo el mundo habla y desea tener eléctricos con baterías de más capacidad (bien, no es que ahora sea el momento, sino que siempre ha sido así), he comprado un coche con una batería de 28 kWh, cuando la del ZOE que ya tenía es de 41 kWh. ¿Cuál es el misterio que se esconde detrás de esto? Pues la realidad es que… no hay ningún misterio. Se puede viajar más rápidamente con el ioniq que con el ZOE por dos motivos: primero, el ioniq es tan eficiente que se le tienen que cargar menos kWh para recuperar autonomía, y segundo, estos kWh le entran más rápidamente gracias a la carga con CCS, que puede llegar a los 79 kW si el cargador es lo bastante potente. Planificando bien el viaje, hacer una parada de 20–25 minutos para tomar un café e ir al baño es suficiente para recuperar hasta el 80% (o más) de la carga y seguir viajando. Este es mi resumen de los puntos fuertes del Hyundai ioniq:

• La principal ventaja según mi punto de vista es justamente la eficiencia. Con una batería de solo 28 kWh se obtienen autonomías comparables a la del ZOE con una de 41 kWh, y esto sin olvidar que al ioniq le afectan menos las bajas temperaturas. También ayuda el hecho de tener un CX bastante bueno (de hecho es de los mejores entre los eléctricos actuales) y por lo tanto es mucho menos sensible que el ZOE al aumento de consumo en autovía y autopista. Incluso es más eficiente en la carga, ya que es uno de los coches con menos pérdidas al cargar la batería (las pérdidas en el proceso de carga son la diferencia entre la energía consumida y la que realmente se acumula en la batería)
• Equipamiento: en el caso del ioniq es muy superior. Sistema de ayuda de permanencia en el carril, asientos y volante calefactados, asiento del conductor con reglajes eléctricos y memoria para dos usuarios, frenada automática de emergencia, luz de acompañamiento y bienvenida automática, detección de vehículos en ángulos muertos… aunque el ZOE 2020 ha mejorado en muchos aspectos, aún queda por detrás del ioniq.
• Amplitud: el ioniq es un coche más grande y por lo tanto más cómodo, con más espacio para los ocupantes y un maletero más amplio (aunque el del ZOE no se puede considerar pequeño, teniendo en cuenta las dimensiones del coche)
• Carga rápida en DC: como he dicho antes, el ioniq puede cargar hasta a 70 kW. Puede que con la red actual no haya muchos cargadores que permitan cargar a esta potencia, pero sí que es bastante habitual encontrarlos de 50 kW, que permiten llegar hasta el 80% de la carga en muy poco rato.
• Control cruise adaptativo: aunque yo suelo utilizar bastante el limitador y casi nunca el regulador, seguramente es muy cómodo utilizar el regulador adaptativo en un viaje por autovía o autopista, con hasta cuatro diferentes distancias programables respecto del vehículo precedente si circula a una velocidad inferior a la programada en el regulador.
• Otro detalle que considero importante, especialmente teniendo en cuenta los confinamientos y el cada vez más habitual trabajo desde casa: el ZOE muestra un mensaje de error al cabo de unos días de no utilizarlo, debido a la descarga de la batería auxiliar, pero en el caso del ioniq no hay porqué preocuparse, porque el coche va comprobando la carga de la batería de 12V y la carga automáticamente cuando lo necesita, informando de ello con un mensaje en pantalla cuando vuelve a utilizarse.
• Calidad de los acabados: solamente hay que entrar en el coche para ver que el ioniq es superior en este aspecto.

Y estos son los puntos flacos del coreano:

• Carga en AC solamente hasta 7,2 kW. En los cargadores AC de 22 kW, el ioniq solamente puede aprovechar una pequeña parte de la potencia disponible. Evidentemente lo compensa la carga rápida en DC, pero llenar la bateria del ioniq en AC a esta potencia supone un tiempo teórico de unas 4 horas, por poco más de 2 en el caso del ZOE.
• No es un gran inconveniente, pero alejarse del ioniq no es suficiente para que el coche se cierre: hay que tocar el botón de la manilla de la puerta o cerrar con el mando a distancia. Si no se hace nada, el coche se queda abierto.
• Sin conectividad ni aplicación oficial. Si bien en el ioniq 2020 esto ha cambiado, en el modelo anterior -el que yo tengo- no se dispone de información a distancia (a no ser que se haga algún invento a través de un móvil o una Raspberry y un conector OBDII en el coche) ni se pueden activar ni programar la climatización ni la carga por Internet.
• El sensor de proximidad delantero se desactiva al circular. Si bien esto no supone ningún quebradero de cabeza, y de hecho ya es más de lo que tiene el ZOE (que no tiene sensor delantero), por algún extraño motivo estos sensores solamente se activan después de utilizar la marcha atrás o si se activan manualmente. Después y cuando el coche circula a más de 30 km/h se desactivan automáticamente, cosa absolutamente incomprensible.

Estas son, según mi opinión, las principales diferencias entre los dos eléctricos. Pero aún siendo dos coches absolutamente diferentes, tienen algunas cosas en común, más allá de servir para ir de A a B como cualquier otro coche: no envenenan el aire al circular ni contaminan acústicamente (o lo hacen mucho menos que un vehículo de combustión), proporcionan una conducción totalmente relajada, suave y sin vibraciones -lo cual no significa que no tengan una aceleración absolutamente brillante y que solamente conoce quien haya conducido un eléctrico-, suponen un ahorro importante, con un coste del “combustible” inferior a 1€/100 km y otros ahorros importantes en IVTM, autopistas, zonas azules y párkings y un mantenimiento ridículo, y contribuyen a desacelerar el cambio climático, sin duda el gran reto actual de la humanidad.

El mejor momento para empezar a conducir un coche eléctrico llegó hace ya unos años; el segundo mejor momento es ahora mismo. Si estás pensando en comprar un coche, no pienses si eléctrico o de combustión: piensa en qué eléctrico te conviene. Y si tu caso no es muy especial, olvídate de los híbridos enchufables, porque lo único que harás con uno de estos es perder el tiempo y el dinero.